
Del 28 de mayo al 3 de junio, con el lema «Peregrinos de la esperanza», un grupo de quince personas entre religiosos agustinos y laicos ha estado en Roma representando a la Provincia agustina de San Juan de Sahagún, en el Jubileo de las Familias, de los Niños, de los Abuelos y de los Mayores. Unos días de peregrinación y convivencia con los que el Vaticano ha puesto el broche al mes mariano, en la Basílica de San Juan de Letrán.
El grupo estaba integrado por los religiosos agustinos P. Manolo García, P. José María Herranz y P. Argimiro Martínez, así como por seis familias procedentes del Colegio San Agustín de Madrid, Colegio Valdeluz de Madrid, Colegio San Agustín de Sevilla, Parroquia Santa María del Bosque de Madrid y Parroquia San Manuel y San Benito de Madrid.
Durante estos días el grupo ha peregrinado a la Puerta Santa y ha cumplido con los requisitos jubilares de visitar las siete basílicas y participar en los actos del Jubileo de las Familias
Las siete basílicas
La peregrinación a las Siete Iglesias, concebida por San Felipe Neri en el siglo XVI, es una de las tradiciones romanas más antiguas. Es una ruta de unos 25 kilómetros que serpentean por la ciudad, llegando hasta la campiña romana, las catacumbas y algunas de las magníficas basílicas de Roma.
El recorrido incluye la visita por las cuatro basílicas mayores y sus correspondientes puertas santas: la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, la de San Pablo Extramuros, la Basílica de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. Así como por las cuatro iglesias jubilares, la de San Sebastián Extramuros, la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén y la Basílica de San Lorenzo Extramuros. Allí, los peregrinos pudieron recibir el sacramento de la Reconciliación en las iglesias jubilares.
Programa del jubileo
Además el grupo participó en los actos del programa específico del Jubileo. como la oración de con testimonios del viernes 30 de mayo, en la explanada que hay junto a la Basílica de San Juan de Letrán. Con familias procedentes de todo el mundo, el sábado 31 de mayo, rezaron juntos el Rosario y el domingo 1 de junio, participaron en la Eucaristía, presidida por el papa León XIV, en la Plaza de San pedro, junto a unas 70.000 personas.
Allí el papa León XIV destacó la importancia de la familia como fermento de la sociedad, con palabras especialmente cariñosas hacia los abuelos, que son transmisores de la fe en muchos casos.
Testimonios
El matrimonio formado por Juan y Maribel, de Sevilla, decidió unirse a esta propuesta de la Provincia, sin conocer a nadie más y la experiencia ha sido muy positiva porque aunque no se conocían sí compartían el hecho de vivir la fe desde la espiritualidad agustiniana.
Destacan que ha habido un ambiente muy bueno, con muchos momentos para compartir experiencias, hablar de asuntos relacionados con la actualidad de la iglesia o la familia. Maribel señala que a todos les pareció muy acertado que el papa Francisco dedicara un año a la esperanza: «Percibimos bastante pesimismo en la sociedad. Los cristianos tenemos clara la Esperanza con mayúscula pero a menudo se nos olvida la esperanza con minúsculas, siendo más comprensivos o más alegres»… lo que la iglesia aporta».
Ambos manifiestan sentirse afortunados de formar parte de la Iglesia y de haberse encontrados gracias a sus hijos con el legado de San Agustín. De 26, 24 y 16 años sus hijos han estudiado en el Colegio San Agustín de Sevilla. Con ellos se ha producido lo que se conoce como evangelización inversa. Es decir, han sido los hijos los que han evangelizado a los padres, que actualmente se sienten como en casa en la familia agustiniana.
Elena y Paco, feligreses de la Parroquia Santa María de la Esperanza, celebran este año sus bodas de oro de matrimonio y destacan la buena organización y las atenciones de los tres religiosos agustinos que han acompañado al grupo y que han estado pendientes de todo, convirtiendo el viaje en una experiencia inolvidable.
Las palabras que el papa dirigió a los abuelos resonaron en ellos de un modo especial, así como esa invitación que lanzó a las familias a que sean semillas de unidad.
A Elena y Paco, en el contexto de su aniversario les emocionó especialmente leer el texto del Eclesiástico 26, 1-4, 16-21 en la eucaristía celebrada en la Capilla de Santa Mónica, en la Iglesia de San Agustín: “Feliz el marido de mujer buena, el número de sus días se duplicará… Mujer buena es buena herencia, asignada a los que temen al Señor….”.
«Recibimos esta lectura como un regalo, como una palabra de felicitación aquí en esta capilla y en este día -señalan-. En el evangelio leímos, “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá”, y el P. José María recordó el cuento del pobre anciano que pide al rey que le ayude y es el rey el que solicita su ayuda devolviéndole mucho más.
En nombre del grupo quieren agradecer al Secretariado de Laicos y Familia la oportunidad de hacer esta peregrinación: » Es una experiencia que llevaremos en nuestro corazón toda nuestra vida. Animamos a toda la familia agustina a compartir experiencias de este tipo que, además de ser muy enriquecedoras, hace que estemos más unidos y orgullosos de pertenecer a la familia agustina».

