
El huracán Melissa, uno de los más potentes registrados en el Caribe en décadas, ha causado recientemente una devastación significativa, especialmente en las provincias orientales de Cuba, como Santiago, Granma y Guantánamo. Ha provocado inundaciones generalizadas, daños en viviendas (más de 45.000 destruidas), cortes de energía y la evacuación de cientos de miles de personas. De ahí que Cuba se encuentre en una situación de emergencia humanitaria. Ante tal situación, la Conferencia Episcopal Cubana y la Delegación agustina presente en la isla, han manifestado su preocupación y han pedido oración, ayuda económica y medicinas para la población.
Conferencia Episcopal
El 30 de octubre, un día después de que Cuba fuera afectada por el Huracán Melissa, la Conferencia de Obispos cubanos emitía un comunicado especial en el que califica lo sucedido como «catástrofe de enormes dimensiones».
«Hay muchos poblados, en el Oriente de Cuba, donde las inundaciones han sido grandes. Un millón de personas están afectadas en mayor o menor medida por el paso del huracán» -señalan-.
En el texto añaden que muchas familias han perdido totalmente sus viviendas. «Otros, los techos, los colchones, los equipos electrodomésticos. Y, en muchos pueblos, todos los postes telefónicos o de la electricidad están en el suelo».
Los obispos también se refieren a los daños que ha sufrido el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre: «Muestra signos de destrozos grandes, no estructurales, pero sí hay vitrales y ventanas rotos, las farolas, la pintura exterior del templo considerablemente dañada. Otros templos y casas de religiosas han perdido el techo o quedaron cubiertos por las aguas».
Agradecen que no haya habido pérdida de vidas humanas, pero subrayan que el ciclón se suma a la ya difícil realidad cotidiana del pueblo cubano, con escasez de los bienes primarios, cortes eléctricos prolongados y frecuentes, virus y enfermedades propagándose de modo creciente.
Ante esta situación, hacen un llamamiento a la solidaridad.
«Apelamos a la solidaridad de las Iglesias y Caritas hermanas. A los cubanos de otras partes del mundo y de todo el país. A todos los que, con buena voluntad, quieran y puedan ayudarnos.
Se necesitará de todo: alimentos, ropa, colchones, útiles del hogar, techos…para socorrer a muchos hermanos, especialmente a tantos ancianos solos y a todos los que viven esta hora con natural tristeza y desánimo».
Agustinos en Cuba
Desde la Delegación agustina de Cuba, el religioso agustino P. José Alberto Escobar, señala que en el tiempo transcurrido desde el paso del Huracán, los agustinos en Cuba, como miembros de la Iglesia y junto a todas las personas de buena voluntad que desde dentro o fuera del país están dispuestos a ayudar, están gestionando directamente a través de Cáritas las donaciones que están llegando; de manera directa y sin hacer depender la gestión de las autoridades del país.
«Nuestra labor como agustinos es una labor de fe, un servicio de caridad que proviene de nuestro afán de ser fieles al carisma de San Agustín -afirma-, en comunión con la Iglesia Católica en Cuba que se sabe llamada para anunciar el Evangelio, dar el culto debido a Dios, comunicar la gracia de la salvación a través de los Sacramentos y servir en la caridad a todos, especialmente a los más pobres y necesitados. Hoy queremos seguir respondiendo a esta vocación, en las nuevas circunstancias que la historia nos depara».
El contexto social de una gran multitud de cubanos es el de la escasez de alimentos y medicamentos así como una degradación generalizada de las condiciones básicas de la vida. Hay una gran inflación y la economía está dolarizada con precios que no están al alcance de una gran parte de la población y sí para quienes tienen ayuda de fuera a través de familiares emigrados. La falta de combustible y los cortes de electricidad, que desde hace varios años sufrimos, se han acentuado con el paso del huracán hasta llegar en estos días a disponer, a veces, de sólo dos horas de electricidad al día.
A todo ello se suma una nueva dificultad, la de una epidemia que afecta a todo el país con una arbovirosis transmitida por picadura de mosquitos. Así se estima que el dengue, el oropouche y el chikungunya son los virus más comunes en este momento. Fiebres altas, afectación en músculos y articulaciones, que pueden ser incapacitantes temporales, hacen que se den situaciones de total dependencia, especialmente en personas mayores o con situaciones de salud precaria previas. Algunas de las afectaciones duran varios meses e incluso se pueden convertir en crónicas.
A continuación, el P. José Alberto Escobar, OSA, cuenta cómo están afectando los virus a la población y cómo transcurre la jornada en la Parroquia Inmaculada Concepción de Chambas.
En las imágenes, se puede apreciar cómo han quedado algunas viviendas de la zona de Cueto, San Germán y Cacocum.
Cómo ayudar
El P. José Alberto, OSA, quiere manifestar su agradecimiento en nombre de la Delegación agustina de Cuba a las muestras de fraternidad y amistad que desde toda la Iglesia les están haciendo llegar: «Muy especialmente la comunión en la oración que nos anima en seguir poniendo nuestra confianza en el Señor que no defrauda».
Desde el Secretariado de Misiones, Justicia y Paz de la Provincia agustiniana de San Juan de Sahagún, se ha puesto en marcha una campaña de solidaridad que se gestionará a través de Cáritas Cuba.
Nº de cuenta en el Banco Santander: ES77 0049 6791 74 2016011112
Bizum: 10741





