
Una de las actividades más relevantes en la agenda de cada curso pastoral es la Pascua Joven. El Triduo Pascual es el momento más importante del año para los cristianos, más aún si hablamos de personas que están en un momento vital en el que intentan dar respuesta a grandes preguntas. Un año más, en España y Portugal, los agustinos que coordinan la pastoral juvenil han hecho propuestas que han sido muy bien acogidas por los jóvenes.
Monasterio Santa Mª de La Vid (Burgos)
Procedentes de Valencia, Alicante, Madrid, Valladolid y León, ochenta jóvenes han celebrado juntos el Triduo Pascual en la Pascua Joven Agustiniana.
Por segundo año consecutivo (después de unos años de parón) el Monasterio de Santa Maria de La Vid, en Burgos, ha acogido nuevamente a los jóvenes de la Provincia para vivir en comunidad los misterios centrales de la fe cristiana.
Bajo el lema “Testigos de Esperanza” estos jóvenes, acompañados por varios responsables del Secretariado de Infancia y Juventud, han salido fortalecidos en su compromiso de anunciar el encuentro con Jesús Resucitado como fuente de Esperanza para el mundo.
En un entorno natural privilegiado, que es historia viva de la Provincia, la Pascua Joven Agustiniana les ofrece momentos de oración, celebración, encuentro personal con Jesús y convivencia, en una experiencia que se convierte cada año en un momento de crecimiento personal y en la fe, además de unos días en los que aquellos que participan hacen amigos para toda la vida.
Portugal
Durante este último Triduo Pascual, en las comunidades agustinas de Portugal se celebró la Pascua Juvenil. Esta es una actividad que allí acontece prácticamente desde la restauración de la Orden en el país luso, hace ya 50 años. De hecho, de todas las actividades pastorales que se organizan a lo largo del curso, es uno de los momentos más esperados por los jóvenes que pertenecen a la Juventud Agustiniana Portuguesa (la JAP). En esta ocasión, estuvieron acompañados por tres hermanos profesos de Valladolid: Fr. Vicent, Fr. Jeison y Fr. Gonzalo.
Participaron un total de setenta y dos jóvenes provenientes de las dos parroquias que los agustinos atienden en Portugal. En Santa Iria suele comenzar el Jueves Santo por la mañana y, en São Domingos, a primera hora de la tarde. En ambos casos con un momento de acogida y con una oración preparada por los mismos jóvenes. Seguidamente tiene lugar un momento de reflexión preparado por uno de los padres agustinos.
En este tipo de encuentros se alternan los momentos de encuentro, de oración y de formación, con otros de reflexión y meditación. También hay previstos espacios para compartir en grupos más pequeños, y así poder poner en común lo descubierto personalmente.
Los jóvenes también preparan juntos las distintas celebraciones de cada uno de los días del Triduo. Estas tienen lugar. bien en alguna de las iglesias de las parroquias, compartidas con toda la comunidad parroquial o bien en la calle, como es el caso del Via Crucis. Otro momento que se cuida de manera especial en las pascuas juveniles es el de la confesión.
Los jóvenes portugueses participan cada año con mucha ilusión en este encuentro que es una de las convocatorias de tipo pastoral que mejor acogida tiene.










