Tres jóvenes de Madrid, dos de ellas docentes en el Colegio San Agustín de Madrid y, el tercero, procedente de la Parroquia Santa María del Bosque, han participado en una experiencia de voluntariado misionero agustiniano en la zona rural de La Vega, en la República Dominicana. Ha sido una propuesta lanzada desde el área de voluntariado del Secretariado de Misiones, Justicia y Paz de la Provincia agustiniana de San Juan de Sahagún, coordinada por el religioso agustino P. Jesús Torres.
Del 4 al 27 de agosto, Paula Sanz Reyzábal, Adriana Zamora Tarín y Miguel Ángel Ballesteros Aranega han participado en esta experiencia en República Dominicana, conviviendo con la comunidad de agustinos del Colegio Agustiniano de la Vega, compartiendo con ellos su día a día como religiosos.
Los tres voluntarios son personas inquietas, con experiencias previas de voluntariado en organizaciones como REDA, comedores sociales o centros de atención a la infancia.
«Realizar un voluntariado misionero internacional ha surgido de nuestra convicción de que un mundo mejor es posible y que la educación es una fuerza de cambio. Tenemos un deseo de mayor compromiso con la educación de niños y jóvenes», señalan.
La actividad se ha desarrollado principalmente en las zonas rurales de La Vega, en República Dominicana, en los sectores de Barranca, Las Yayas y Licey. Previamente al viaje los tres sabían qué tipo de tareas iban a desarrollar allí.
Tarea asistencial y educativa
- Visita a las viviendas construidas por la ONG COPADESA.
- Reparto de material escolar en las distintas capillas, para los niños apadrinados.
- Clases de refuerzo en la escuela de Barranca y en la de las Yayas. «Con los niños y jóvenes hemos repasado conceptos de lectoescritura y matemáticas cara a la vuelta al colegio, a través de juegos y distintas dinámicas. También, hemos compartido vivencias con ellos, tratando de conocer mejor sus distintas realidades y preocupaciones, y de transmitirles nosotros ilusión por el estudio y esperanza por el futuro, ya que la tasa de abandono escolar es muy alta y muy pocos llegan a alcanzar estudios superiores».
- Clasificación de medicamentos y colaboración en un operativo médico.
- Preparación y reparto de bolsas de alimentos. «Preparamos bolsas individuales de leche en polvo para repartirlas junto con la semolina. Estos alimentos son comprados en grandes cantidades para abaratar costes, después se empaquetan de manera individual y se venden a las familias, a través de las capillas, con un precio muy inferior al de mercado para asegurarse el acceso a dichos alimentos, esta acción forma parte de la campaña Ningún niño desnutrido».
Tarea pastoral
Se ha llevado a cabo en capillas y parroquias agustinas, acompañados por el P. José Hilario:
- Charla-taller a líderes de la Pastoral Agustiniana: «Repasamos la vida de San Agustín, su influencia, los valores agustinianos, la importancia de la comunidad, cómo ser un buen líder, cuáles pueden ser nuestras debilidades…. Fue muy enriquecedor escuchar sus testimonios y conocer las dificultades a las que tienen que enfrentarse para mantener esos grupos de jóvenes».
- Participación en un Encuentro de Jóvenes de la Pastoral Agustiniana.
- Participación en las Eucaristías en las capillas de los distintos sectores.
- Encuentro con el profesorado del Colegio Agustiniano de la Vega: «Presentamos nuestro colegio y pudimos intercambiar opiniones, buenas prácticas, ideas, proyectos… fue una experiencia muy enriquecedora que ya da frutos en ambos colegios».
Preparación
Para que una propuesta de este tipo salga bien es importante que esté bien preparada. Que la presencia de los voluntarios tenga un sentido, que se pueda ofrecer una buena acogida, con unas labores concretas que estos voluntarios puedan desarrollar y para las que se puedan preparar previamente.
«La preparación ha sido continua -señalan Paula y Adriana-; somos antiguas alumnas de colegios de los Agustinos y hemos recibido formación y educación en valores cristianos y agustinianos desde la infancia». Miguel, por su parte, ha participado en el grupo de jóvenes de la parroquia de Santa María del Bosque. Así que los tres tienen un vínculo de años con los agustinos.
Además, en los meses previos al viaje, con el P. Jesús Torres, OSA, han tenido encuentros para profundizar en las motivaciones de cada uno y organizar de manera más específica las actividades. También han mantenido reuniones online con los coordinadores locales de los proyectos en los que hemos participado (P. José Hilario, Jacqueline Polonia, etc.)
Acogida
Los tres jóvenes cuentan que una de las cosas que más les ha cautivado ha sido la gran acogida de toda la comunidad, tanto los padres agustinos, como el profesorado del colegio y, en general, toda la gente que han conocido en las diferentes capillas: «Hemos podido sentir la ilusión con la que nos recibían, su gran hospitalidad y cariño, y cómo se desviven día a día por mejorar su ciudad y comunidad, buscando siempre quién puede necesitar ayuda o qué nueva acción pueden llevar a cabo», etc.»
Realidad
«Por otro lado, a nivel profesional -subrayan- nos ha impactado el bajo nivel académico de los niños y jóvenes; con muchas deficiencias en lectoescritura y matemáticas. Fue una experiencia muy enriquecedora para todos. Nos supuso un gran reto como profesionales y nos hizo reflexionar sobre qué es lo importante en nuestro trabajo, cómo se pueden lograr grandes aprendizajes sin muchos medios y la suerte de tener un sistema educativo de calidad».
Añaden que la experiencia les ha permitido tomar conciencia de las necesidades que hay en el mundo: «Fundamentalmente nos hemos traído en el corazón a personas concretas. Los coordinadores de los proyectos nos han acogido como si fuéramos parte de su familia y se han preocupado por nuestro bienestar. Por otro lado, los niños nos han enseñado sus historias, los retos a los que se enfrentan y que hay pequeñas acciones que pueden generar un gran impacto. Por otro lado, nos hemos dado cuenta de la necesidad de la evangelización para la transformación social«.
Ofrecer a los jóvenes de colegios y parroquias agustinas la posibilidad de tener experiencias de voluntariado misionero agustiniano es una apuesta de la Provincia de San Juan de Sahagún. Desde el Secretariado de Misiones Justicia y Paz observan la buena acogida que en los últimos años ha tenido esta actividad entre los jóvenes.