En el Tiempo de la Creación, hablamos con Mons. Miguel Ángel Cadenas, OSA, obispo del Vicariato apostólico de Iquitos

En el Tiempo de la Creación, hablamos con Mons. Miguel Ángel Cadenas

El próximo 4 de octubre, fecha en que se recuerda a San Francisco de Asís, el Papa clausurará el Tiempo de la Creación, que comenzó el pasado 1 de septiembre. Un año más, se invita a la conversión integral hacia un estilo de vida y un modo de hacer política, más sostenible y más respetuoso con la Casa Común.

Con ocasión de este tiempo de Gracia convocado por la Iglesia, nos hemos acercado a la realidad del Vicariato Apostólico de Iquitos, en la Amazonía peruana. Allí, los agustinos llevan años denunciando las consecuencias que provoca en el medio ambiente y en la población la acción de multinacionales, que no respetan la legislación en materia ecológica.

Con el obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos, el misionero agustino Mons. Miguel Ángel Cadenas, hemos hablado de este tema, pero también de cómo se está impulsando la existencia del diaconado permanente. Y, en el ámbito de la Iglesia Amazónica del Perú, la coordinación entre los Vicariatos presentes en esa parte del territorio nacional.

Denuncia profética

La Iglesia se ha venido manifestado públicamente, ante el incremento de la inseguridad de quienes defienden el territorio amazónico. Para ello se ha unido el Vicariato Apostólico de Iquitos, a cuyo cargo está la Orden de San Agustín, con los otros siete Vicariatos de la selva peruana y diversas instituciones y asociaciones que trabajan en la zona. La finalidad ha sido respaldar el clamor de justicia y protección que exigen las poblaciones indígenas.

Para ello, los obispos han emitido comunicados conjuntos en los que han pedido al Estado que tome acciones urgentes para frenar el incremento de muertes y amenazas que tienen, como principal foco, a los indígenas que luchan en favor de su hábitat.

En este sentido de trabajo por la justicia de la Iglesia, Mons. Miguel Ángel Cadenas también habla de la importancia de la última sentencia del Tribunal Constitucional del país. En ella se indica que los asentamientos humanos de la ciudad de Iquitos tienen derecho al agua, al saneamiento y a la recogida de basura. Estas son reivindicaciones que ha apoyado la Iglesia y con las que ha estado muy comprometida.

«La sentencia está muy bien elaborada, con citas la «Laudato Sí» del Papa Francisco -señala el obispo-; y ahora el reto es que se implemente la sentencia, que se lleve a la práctica. Pero con el respaldo legal, todo parece más sencillo».

Participación en foros

Precisamente este verano, durante los días que pasó Mons. Miguel Ángel de vacaciones en España, participó en el «Foro Social por una Transición Energética Justa». Dicho Foro tuvo lugar con motivo de la reunión informal de ministros de Energía y Medioambiente, que se realizó del 10 al 12 de julio en Valladolid. Los Agustinos acogieron todas las actividades relacionadas con el impacto de las políticas energéticas europeas en terceros países, que contó con una importante representación de la ONG agustiniana Cebú.

Mons. Miguel Ángel Cadenas intervino en una de las mesas redondas, en las que se abordó el reto que supone «la democratización de la energía» y cuál es la situación de los defensores de derechos humanos en aquellos países en que la acción de empresas multinacionales amenaza los recursos naturales. A raíz del documental «La ilusión de la abundancia», producido por Oxfam, se habló de la necesidad de que los países europeos y sus ciudadanos sean conscientes de las consecuencias de las decisiones políticas que toman los gobiernos.

Diaconado permanente

En el terreno pastoral, una de las apuestas del obispo ha sido impulsar el diaconado permanente. Es una opción pastoral que, como afirma Mons. Miguel Ángel Cadenas, no debe plantearse como alternativa a la escasez de vocaciones, «porque es un ministerio en sí mismo con un marcado acento al servicio y con aspectos específicos como la atención a los más necesitados, o el apoyo litúrgico». No obstante, sí es cierto que los planes para promover el diaconado permanente, se está dando en un contexto concreto en el que las vocaciones han decrecido.

Actualmente, en el Vicariato apostólico de Iquitos, el religioso agustino Fr. Víctor Lozano, es el encargado de sacar adelante este proyecto, que se concreta en tres años de formación, los sábados por la mañana. Actualmente, hay diez hombres formándose en eclesiología, realidades amazónicas, sacramentos y Biblia, que en unos años podrán estar al frente de una parroquia o asumir áreas como la «pastoral indígena» o «pastoral en hospitales». Cuando finalicen su proceso de formación, serán los primeros diáconos permanentes del Vicariato, una realidad todavía muy desconocida en la amazonia.

Coordinación

Otra realidad que está cambiando la rutina de la Iglesia amazónica es la coordinación entre los obispos que atienden zonas con problemáticas similares. Es el caso de los Vicariatos de Perú.

En los últimos diez años, las vocaciones en América Latina han bajado drásticamente. Los seminarios han pasado de albergar a cuarenta o cincuenta aspirantes al sacerdocio, a tener dos o tres seminaristas. Por este motivo, tras la celebración del Sínodo Amazónico del año 2019, los obispos de los ocho Vicariatos de Perú tomaron la decisión de crear un solo Seminario, con dos sedes.

Una de ellas en Pucallpa (Perú), donde los seminaristas estudian los dos años de Propedéutico, que incluye un complemento a la formación general recibida hasta ese momento y algunas cuestiones introductorias sobre oración, liturgia y vida comunitaria. En una segunda fase, los jóvenes pasan al Seminario de Iquitos, donde realizan los estudios de Filosofía y Teología. Actualmente, en el Propedéutico hay once seminaristas y en Iquitos doce, que dependen de ocho Vicariatos de la selva peruana.

Para desarrollar este proyecto, se ha pedido a los Operarios Diocesanos que coordinen la formación en el seminario; «además, los obispos hemos acordado buscar el compromiso de nuestras respectivas congregaciones para que participen profesores de distintos países con distintos carismas. Este proyecto significa una mejora en la calidad formativa, pero también que los seminaristas se conozcan entre sí y puedan apoyarse en un futuro», señala el obispo agustino.

Mons. Miguel Ángel Cadenas se encuentra ya de vuelta en Perú donde, a corto plazo, le espera un curso para avanzar en la creación de entornos seguros y protocolos para prevenir situaciones de abusos. También tiene que asistir a una reunión de Cáritas de toda la selva de Perú, participar en los aniversarios de varios colegios parroquiales y animar un encuentro para luchar contra la trata de personas.

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