El día 16 de agosto fallece en Madrid, Mons. Mariano Moreno, quien fuera Obispo Prelado de Cafayate desde 2007, año de su nombramiento, hasta 2014. Su consagración episcopal tuvo lugar en la ciudad de Cafayate, en marzo del 2008. Allí ejerció el episcopado hasta que, al cumplir los 75 años, puso la renuncia al cargo.
Antes de su vivencia misionera en Cafayate, donde había llegado destinado desde España en 1995, ejerció diversos cargos en la Provincia agustina de España. Cabe destacar, entre otros, los que tuvo de forma consecutiva desde 1977 hasta 1991: Consejero Provincial, Secretario Provincial y, finalmente, Prior Provincial (dos cuatrienios seguidos).
El envío del P. Mariano Moreno a Argentina, en el año 1995, se enmarcaba dentro de la presencia que la Orden de San Agustín venía teniendo en dicho país desde el s. XVII. Y, más recientemente, desde el año 1969, cuando el Papa san Pablo VI, erige la Prelatura de Cafayate, al norte del país, y la encomienda a la Orden de San Agustín a través de la Provincia agustina de España.
Desde entonces, el P. Moreno, posteriormente Mons. Moreno, va a ser uno más de los muchos religiosos agustinos misioneros que, llegados desde España, han vivido y dado su vida en el corazón de los “Valles Calchaquíes”. Una Prelatura, surgida del desmembramiento de parte del territorio de lo que eran entonces las Arquidiócesis de Salta, Tucumán y la diócesis de Catamarca.
Mons. Mariano Moreno
En la misa funeral, que tiene lugar en el templo de la Parroquia agustina de Santa María de la Esperanza, en Madrid, Mons. Luis Marín, OSA, señala en su homilía que, Mons. Mariano “fue un hombre de grandes cualidades humanas: sencillo, alegre; buen amigo, excelente compañero. En él se conjugaban el espíritu austero del castellano y el corazón habitado del agustino”.
Y es que, Mons. Mariano había nacido en el año 1938 en la localidad de Milagros, provincia de Burgos, comarca de la Ribera del Duero, partido judicial de Aranda de Duero. Y, en el año 1957, había comenzado su andadura en la Orden de San Agustín, al ingresar en el Noviciado que tenía en Palencia la Provincia agustina de España.
Mons. Luis resalta de él que “fue un hombre humilde y, precisamente por eso, pudo tomarse en serio el Evangelio y donarse en el servicio de amor a la Iglesia y a la Orden con generosa disponibilidad: formador, hombre de gobierno, pastor entregado”.
De ahí que le da las gracias a Mons. Mariano “por lo mucho que nos has dado, por tu bondad, entusiasmo y fraterna cercanía, por la humilde disponibilidad en las diversas situaciones en las que te puso la obediencia y la providencia de Dios. Y gracias de corazón, también, por el silencioso y sereno testimonio de estos últimos años, por la hermosa dignidad con la que muere un ser humano que vive unido a Cristo y lo acompaña en la cruz”.
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Los agustinos y la Prelatura
En marzo de 1969 llegan los primeros agustinos a Cafayate y, el 8 de septiembre del mismo año, nace la Prelatura de Cafayate, que fue puesta bajo la protección de la Santísima Virgen, en la advocación de “Nuestra Señora del Rosario”.
Tres son los objetivos fundamentales que se plantean los agustinos al hacerse cargo de la Prelatura: anunciar el Evangelio, promover una vida digna para la población del valle y los cerros, y fomentar las vocaciones para el clero diocesano.
Y, a esto se dedican en cuerpo y alma, desde su comienzo, los religiosos agustinos, a los que se les van sumando, en años posteriores, las agustinas misioneras y otras congregaciones religiosas masculinas y femeninas. Desde la creación de la Prelatura, el número de agustinos que viven y trabajan en ella va creciendo, así como los apostolados que se van asumiendo y la acción social en la que se van comprometiendo.
De ahí que, las líneas básicas de la acción pastoral sean los sacramentos y el culto, la religiosidad popular, la evangelización y la catequesis, la promoción vocacional, la familia, la juventud, la educación, el compromiso social. Todo ello para conseguir una Iglesia más viva y dinámica, más participativa y en donde los laicos y laicas sea los sujetos activos de la vida eclesial.
Actualmente, y debido a la falta de vocaciones, tanto en España como en Argentinas, la presencia agustina en la Prelatura de Cafayate se circunscribe a una sola comunidad. La misma se encuentra en la ciudad de Santa María, considerada la capital de los Valles Calchaquíes, en la provincia de Catamarca. En dicha comunidad hay cuatro religiosos que tienen a su cargo la Parroquia Ntra. Sra. de la Candelaria, patrona de la ciudad, y el Colegio San Agustín.