Octubre misionero: Los Agustinos en Cuba

Durante el mes de octubre, nos acercamos a distintos lugares en los que viven misioneros agustinos. Hoy nos acercamos a Cuba.

La presencia de los agustinos en Cuba se remonta a finales del S.XVI y ha estado marcada por los avatares históricos de la isla en tres etapas: desde 1588 a 1842, posteriormente desde 1899 a 1961 y en la actualidad desde 2006.

En estos años de nueva presencia, los misioneros agustinos, como testigos del Evangelio, han compartido la realidad del pueblo cubano, viviendo con esperanza la situación de la Iglesia, marcada por la escasez de agentes de pastoral y sacerdotes cubanos, así como la falta de recursos y posibilidades pastorales para llevar a cabo la misión evangelizadora.

Al servicio de la sociedad cubana

A través de tres núcleos misioneros en Chambas, Puerto Padre y La Habana, la Orden de San Agustín está al servicio de la Iglesia y la sociedad cubana, en el ámbito parroquial, social y cultural.

A Madrid, acaba de llegar el P. Francisco Iturbe, misionero agustino español, natural de Molina de Aragón (Guadalajara), que ha vivido los últimos doce años en la comunidad de Chambas. Llevaba cuarenta y cinco años en Panamá, pero en una reunión, el Prior General de la Orden de San Agustín planteó la necesidad de reforzar la presencia en la isla y, cuenta el P. Francisco, que sintió «un hormigueo en las piernas».

La Parroquia Inmaculada Concepción de Chambas es una de las tres parroquias que los agustinos atienden en Cuba y de ella dependen once capillas con comunidades pequeñas, de no más de treinta personas. Allí, la comunidad la forman tres agustinos que se dedican a las labores parroquiales, poniendo especial hincapié en los últimos tiempos, en la formación de catequistas y animadores, para que el día de día de las comunidades no dependa de la presencia de un sacerdote: «Últimamente tenemos más dificultades para conseguir combustible y no podemos desplazarnos a los lugares que están más dispersos».

El P. Francisco ha tenido encomendada la pastoral de la salud y la visita a los enfermos de la zona. La escasez de medicamentos es uno de los grandes problemas en la actualidad. Por eso, en los últimos años han puesto en marcha una farmacia parroquial, gracias a la ayuda de una médico que ha establecido un sistema de recetas y seguimiento de las personas enfermas para que se haga un buen uso de las medicinas.

En todas estas tareas trabajan conjuntamente con las Misioneras del Sagrado Costado, una congregación italiana que también tiene comunidad en el ciudad de Chambas.

Presencia y testimonio

«Nuestra presencia en Cuba es testimonial -cuenta el P. Francisco Iturbe-. Estar en medio de una gran crisis social. La Iglesia, con su presencia, muestra lo contrario a lo que muchas personas desean, que es marcharse de allí».

El misionero agustino explica que la situación es cada vez más precaria y muy dura para aquellos que no tienen familiares en el extranjero que les manden divisas: «La pobreza en las casas es tremenda. Cada vez cuesta más conseguir alimentos. Y aunque hay mucha solidaridad entre los cubanos, que se ayudan y comparten lo que tienen, hemos visto que aumentan los robos. La gente roba la ropa tendida, por ejemplo».

Espiritualidad del pueblo cubano

Si hay algo en lo que coincide el pueblo cubano es en la devoción a la Virgen de la Caridad del Cobre, cuenta el P. Francisco Iturbe, que explica que en las últimas décadas un hecho que ha marcado la vivencia y la expresión de la fe del pueblo cubano: el viaje de san Juan Juan Pablo II, del 21 al 25 de enero de 1998.

Fue la primera visita de un papa a la isla y supuso un antes y un después en el día a día de los católicos. El misionero agustino señala que hasta ese momento no se podía bautizar públicamente o celebrar la Eucaristía, por ejemplo. «Ahora eso no sucede -señala-. Ya no hay persecución religiosa, pero para organizar una procesión, hay que pedir permiso a las autoridades. No hay libertad religiosa, pero sí tolerancia».

Después de doce años de trabajo en Cuba, el P. Francisco Iturbe ha vuelto a cambiar de destino y ha regresado a su país de nacimiento. De su etapa en Cuba destaca la acogida y el cariño del pueblo: «Sobre todo en los últimos días de despedidas, me he dado cuenta de cómo la gente valoran estar acompañados por los religiosos. Todo el mundo se quiere marchar, pero los misioneros se quedan y eso lo valoran».

En el podcast «Los Agustinos a tu Lado», durante el mes de octubre, nos hemos acercado a distintos territorios de misión en los que la Orden de San Agustín está presente, como Tanzania o República Dominicana. Esta semana es el religioso P. José Alberto Escobar, OSA, Superior Delegado en Cuba, quien explica cuáles los los grandes retos a los que los agustinos se enfrentan en este país.

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