Sus Majestades los Reyes de Oriente han visitado, una Navidad más, las parroquias agustinas, donde han repartido juguetes entre los más pequeños y se han encontrado con las comunidades parroquiales.
Fiesta de la Epifanía
San Mateo relata en su Evangelio la Epifanía del Señor que se celebra el 6 de enero. En los primeros versículos del capítulo segundo, el evangelista habla del encuentro de los magos de Oriente con el rey Herodes y cómo, siguiendo la estrella, llegaron al lugar en el que había nacido en Niño: «Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de una inmensa alegría. Y entrando en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron sus tesoros y le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra. Avisados en sueños que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino».
Este pasaje, que habla de la manifestación del Señor, es muy celebrado entre las familias españolas que, como hicieron los Magos de Oriente, aceptan la invitación de adorar al niño y seguir la luz que les lleve a Dios. Un pasaje cargado de simbolismo que se rememora la noche del 5 de enero en la tradicional Cabalgata de Reyes.
Parroquias agustinas
En muchos barrios y parroquias celebran su particular visita de los Reyes Magos en los días cercanos a la Noche de Reyes. El sábado 4 de enero, por ejemplo, la Parroquia de Santa María de La Vid, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), recibió la visita de la carroza del Rey Baltasar, quien guardaba un asombroso parecido con el religioso agustino Fr. Kennedy Ntengo. Baltasar estuvo acompañado por sus dos pajes reales, que estuvieron muy ocupados toda la mañana repartiendo regalos y caramelos entre los niños y los pacientes del Hospital Infanta Sofía.
Cabe resaltar que, en el cortejo real que acompañaba la carroza, estuvieron de ayudantes del Rey Baltasar, niños de los grupos de Primera Comunión y jóvenes de los grupos de Confirmación. Al terminar la cabalgata, se ofreció roscón y chocolate en los locales parroquiales.
El día 5 de enero Sus Majestades estuvieron en la Parroquia Santa María del Bosque de Madrid, donde visitaron la iglesia y conocieron de cerca a la comunidad parroquial. A continuación hicieron varias paradas por el barrio.
La primera parada la realizaron en la Clínica San Miguel, centro de rehabilitación psicosocial. Allí conocieron a un grupo de residentes, personal sanitario y a la comunidad religiosa de las Hermanas Hospitalarias, que agradecieron mucho la presencia de los Magos.
A continuación, Melchor, Gaspar y Baltasar, quisieron participar en la Eucaristía de víspera de Reyes de la parroquia Santa María del Bosque. Allí, un numeroso grupo de feligreses, entre ellos niños, dieron gracias a Dios por la venida del Niño Dios a nuestras vidas.
Al terminar la celebración, los Reyes Magos recibieron a las familias que quisieron pasar a verlos y, además de hacerse algunas fotos con ellos, les obsequiaron con algún regalito, anticipo de los presentes que se encontrarían al día siguiente.
Una tarde de ilusión, de fraternidad y de acción de gracias, que tanto niños como mayores esperan que se repita otros años.
En la Parroquia de San José de la Montaña en Bilbao, que también atienden religiosos agustinos, estuvo el «cartero real», que recogió las cartas de los niños de la parroquia para entregárselas a los Reyes Magos. Una jornada emocionante en la que participaron muchas familias y que terminó con una chocolatada con roscones.
Convento de Valladolid
Un caso especial en esta festividad es el del Real Colegio Seminario de los PP. Agustinos de Valladolid. En las galerías de la planta baja del mismo se reúnen los Reyes Magos, sus pajes y todos los demás acompañantes de la Cabalgata Real que organiza el Ayuntamiento de la ciudad. El Convento se convierte por unas horas en el centro logístico donde se organiza todo.
Desde ahí sale la Cabalgata para hacer el recorrido por las distintas calles de Valladolid. Es una noche muy especial para los niños y sus familias que, año tras año, no dejan de participar en la tradicional Cabalgata de Reyes. Por supuesto, también lo es para los religiosos agustinos que, durante un tiempo, tienen hospedados en sus claustros a los Reyes Magos.