
Durante el mes de julio pasado, el P. Mario Abela, OSA, Director del Secretariado de Amigos para las Misiones Agustinianas, de la Provincia de Malta, junto con el P. Terence Spiteri, OSA, y un grupo de seis jóvenes malteses, llevaron a cabo una actividad misionera en Perú. Desde hace 31 años, este Secretariado de la Provincia de Malta promueve la sensibilidad misionera organizando cada año una experiencia de voluntariado en distintos lugares en los que la Orden de San Agustín está presente. En los últimos años grupos de jóvenes han viajado a Brasil, Mozambique y Kenia. Este 2025 la experiencia misionera se ha desarrollado en Perú, en las ciudades de Iquitos y Nauta, pertenecientes al Vicariato Apostólico de Iquitos.
La preparación de la experiencia empezó en noviembre del año 2024. Los PP. Mario y Terence viajaron a la Amazonía peruana para visitar los lugares donde iba a tener lugar la experiencia misionera. A su regreso a Malta, comenzó la formación de los jóvenes, que duró de enero a junio de 2025. En este período de tiempo, los jóvenes con el Secretariado organizaron actividades en comunidades y apostolados agustinianos. También aprovecharon espacios públicos para recaudar fondos con los que poder realizar los trabajos programados en la selva.
Acciones realizadas
En las ciudades de Iquitos y Nauta, además de conocer más de cerca la espiritualidad agustiniana y el testimonio de los misioneros, desempeñaron variados trabajos. De esta manera, colaboraron en un comedor popular y en una de las parroquias de Iquitos. Ayudaron en la reparación de casas del barrio de Puerto Masusa, un lugar degradado y pobre. Asimismo, colaboraron en el embellecimiento de un centro parroquial y en el arreglo de una capilla.
En Nauta, ciudad situada a unos 100 km de Iquitos, el grupo construyó dos casas para familias necesitadas y pintó diversas capillas de la zona. Además, una parte del tiempo de su estancia allí, lo dedicaron a actividades lúdicas con niños en una escuela rural.
Después de un mes en Perú, y ya de vuelta en Malta, los jóvenes destacaron el crecimiento humano y espiritual que habían tenido con esta experiencia. El encuentro con la población amazónica había significado una apertura de la mente y del corazón a otras personas, a otras culturas. Reconocieron que habían recibido mucho más de lo que habían dado.
En su evaluación final, el Secretariado valoró positivamente la actividad y manifestó el compromiso que el Secretariado desea tener, en el futuro, con el Vicariato Apostólico de Iquitos.