Evangelio del VII Domingo del T.O., según San Agustín

A propósito del Evangelio del próximo domingo, 23 de febrero, San Agustín nos está pidiendo que nuestra fe sea una realidad, que no digamos una cosa y hagamos otra. No podemos amar a Dios y olvidarnos de nuestros hermanos. No podemos decir que amamos a Dios y odiamos a nuestros enemigos.

El evangelio nos invita a tratar a los demás como a nuestros hermanos. Y San Agustín da un paso más, no despreciemos a nadie porque en el necesitado está Dios pidiéndonos ayuda.

Limosna y ayuno

Añadamos a nuestras oraciones la limosna y el ayuno. Son como las alas de la piedad con las que pueden llegar más fácilmente a Dios. A partir de aquí, el espíritu cristiano puede comprender cuán alejado debe mantenerse de robar lo ajeno, si advierte que es una especie de fraude no dar al necesitado lo que le sobra. Dice el Señor: Dad y se os dará; perdonad y seréis perdonados.

Donativo

Nosotros que pedimos al Señor que nos otorgue sus dones y no nos pida cuentas del mal que hacemos, actuemos compasiva y fervorosamente ambos tipos de limosna: el donativo y el perdón. Dad -dice- y se os dará. ¿Hay algo más conforme a verdad y justicia que quien se niegue a dar él mismo se defraude y no reciba nada? El agricultor que va a buscar la cosecha donde sabe que no sembró es un cínico. Según esto, ¡cuál no será la desfachatez de quien busca la riqueza generosa de Dios, si él no quiso escuchar al pobre que mendigaba ante él! Quien no padece hambre quiso ser alimentado en la persona del indigente. No despreciemos, pues, a nuestro Dios, necesitado en la persona del pobre, a fin de que, cuando sintamos indigencia, nos saciemos en quien es rico. Topamos con pobres, siendo pobres nosotros mismos: demos, pues, para recibir.

Perdón

Perdonad y seréis perdonados. Es decir, otorgad perdón y recibiréis el perdón. Que el siervo se reconcilie con el consiervo, para que no le castigue justamente el señor de ambos. Para este tipo de limosnas nadie es pobre, y puede hacer que viva por siempre quien no tiene con que vivir provisoriamente. Se dona gratuitamente y, al donar, se acumulan riquezas que sólo se consumen cuando no se donan. Cúbranse de vergüenza y desaparezcan las enemistades, de quien sean, que hayan resistido hasta estas fechas. Desaparezcan ellas, para que no hagan desaparecer; no se las retenga, para que no retengan ellas; aniquílelas el que rescata, para que no aniquilen ellas al que las retiene.

Sermón 206, 2

También te puede interesar

59º Jornada de la Paz: Hacia una paz desarmada y desarmante

El pasado 8 de diciembre, el Papa León XIV publicó el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que este año cumple la...

Los agustinos de San Juan de Sahagún celebran juntos la Navidad

El día 26 de diciembre, en el colegio San Agustín de Madrid, se han dado cita 125 religiosos agustinos para celebrar juntos la Navidad....

Domingo de la Sagrada Familia, según San Agustín

En esta fiesta de la Sagrada Familia vemos como la Palabra Dios, Jesús nacido en la carne, vive bajo la autoridad de sus padres....

Mensajes de Navidad del Prior General y del Prior Provincial

El Prior General de la Orden de San Agustín, P. Joseph Farrell, ha dirigido el habitual mensaje de Navidad a los hermanos, hermanas y...