El pasado 12 de octubre, el Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, de Madrid, acogió el I Encuentro de Familias de este año pastoral 2024-2025. En él participaron 23 familias, 80 personas entre adultos y niños, de distintos colegios y parroquias agustinianas de Madrid. Durante el curso, está previsto que se celebren otros dos encuentros en distintas ciudades de España, que servirán como preparación del Jubileo de las Familias, que tendrá lugar en Roma, del 30 de mayo al 2 de junio.
Con estos encuentros se pretende impulsar la pastoral familiar en la Provincia agustiniana de San Juan de Sahagún, atendiendo a uno de los objetivos pastorales de este curso: «Potenciar la presencia de las familias en nuestras acciones pastorales como agentes y como destinatarias, facilitando el desarrollo de su papel protagonista en la transmisión de la fe».
Semilla de esperanza
El encuentro tuvo como hilo conductor el lema «Familia semilla de esperanza» y comenzó con un momento de oración en la capilla del colegio ante la imagen de la Madre del Buen Consejo. A continuación, mientras los niños participaban en una formación con dinámicas adaptadas a su edad, los adultos asistieron a una sesión sobre las reglas de la felicidad en el seno de la familia. También vieron algunas claves sobre la educación de los hijos y la experiencia de fe, en el contexto familiar.
Después del almuerzo, padres e hijos participaron juntos en una dinámica para profundizar en la importancia de la familia y en el papel que la fe tiene en las relaciones familiares.
Por la tarde, hubo una mesa redonda en la que, varios matrimonios dieron testimonio sobre su experiencia de fe vivida en la familia.
Testimonio: Luis Javier y Ana
Luis Javier y Ana participaron con sus dos hijos en este encuentro, que han vivido como un regalo: «De este día nos llevamos muchas cosas, testimonios, ejemplos de vida… Pero, sobre todo, el deseo de seguir trabajando en el amor. El deseo también, de ser signo de él para todos».
Ambos agradecen la experiencia de verse acogidos y acompañados como familia, así como la posibilidad de tener un rato de oración juntos, ante la Madre del Buen Consejo. «Como resumen de la jornada -señalan- nos quedamos con la reflexión de que a cada hijo le quieres con aquello que necesita. Algo que es reflejo claro de que somos necesitados y que el Señor nos ama en nuestra propia necesidad. Y así es como se debe amar».
Y sugieren que se repita el encuentro, que se organice con más tiempo y que se difunda por más medios para que más personas puedan participar.
Testimonio: Gema y Luis
Gema y Luis son antiguos alumnos del CBC y padres de tres niños, que van a clase al colegio. «Para nosotros fue una alegría inmensa conocer que la pastoral familiar es uno de los objetivos del curso -afirman- y que esto se concreta en un encuentro como este. Creemos que es una necesidad para las familias, tener momentos de este tipo».
Valoran mucho la posibilidad de encontrar espacios en los que sientas que otros te puedan ayudar a ser mejores padres; en los que establezcas vínculos con otras familias que quieren crecer juntos en la fe. «Porque lo que enriquece es vivir lo que somos en comunidad».
«A veces, el ritmo que llevamos no nos permite, en el día a día, encontrar momentos para decirnos gracias, perdón o te quiero, por eso nos gustaron mucho las dinámicas que se plantearon en el encuentro, en las que también pudimos hacer partícipes a los niños de todo ello, porque los niños tienen mucho que decir y que aportar».
Agradecen que se haya organizado un encuentro de este tipo, porque las familias necesitan formarse y los hijos necesitan conocer otras familias afines. De cara al futuro proponen que, durante la jornada, puedan celebrar juntos la Eucaristía.
Próximos encuentros
Zaragoza y Sevilla serán las ciudades anfitriones del II Encuentro de Familias (16 de noviembre) y del III Encuentro de Familias (18 de enero). En ellos se impulsarán los objetivos pastorales del curso: Ser anuncio de la Buena Noticia desde la comunidad y en comunidad; Ser signos de esperanza cristiana y promover que la familia sea protagonista en la transmisión de la fe.
