En memoria del P. Manuel y de los misioneros en Dominicana

Hacemos memoria del P. Manuel Mecández y de los misioneros agustinos que han vivido en la República Dominicana.

A mediados del siglo pasado, el aumento de vocaciones en la Provincia agustina de Castilla, y el celo misionero, llevaron a los agustinos a buscar nuevos campos de trabajo fuera de España. Debido a la proximidad con Puerto Rico, donde había frailes que podían prestar ayuda, se escogió la República Dominicana. La Vega fue la primera ciudad en recibir a los misioneros españoles que, con los años, se instalaron también en Santo Domingo. Actualmente, existen dos comunidades con un total de once religiosos viviendo allí.

La historia de los agustinos en la República Dominicana vivió unos años de especial dificultad en la década de 1960, cuando fueron expulsado del país por el dictador Rafael Leónidas Trujillo. La expulsión no duró mucho tiempo, y los misioneros volvieron de nuevo a La Vega. Unos años más tarde, en 1967, consiguieron establecerse en Santo Domingo, la capital.

La presencia de los Agustinos ahora mismo se concreta de la siguiente manera:

La Vega:

– Colegio Agustiniano

– Parroquia San Agustín

– Parroquia Cristo Sumo y Eterno Sacerdote

Santo Domingo:

– Seminario San Alonso de Orozco

– Parroquia Santa Mónica

– Parroquia Santa María Reina

– Aspirantado Agustiniano Casiciaco

– Centro de Salud Santa María Elena

Además de la labor pastoral que se ha llevado a cabo en las parroquias durante todo este tiempo, y a la apuesta por la educación que se ha hecho en el colegio, otro de los grandes acentos del trabajo que los agustinos han desarrollado en la República Dominicana ha sido la promoción humana a través de la ONG COPADESA.

Con la supervisión de los agustinos, COPADESA ha ayudado a muchas familias a construir su propia casa, algo que ha supuesto un cambio radical en la vida de muchas personas.

Testigo de todo este trabajo ha sido el misionero agustino P. Manuel Mecández, fallecido recientemente, y que vivió cuarenta años en La Vega, acompañando a las familias de las zonas rurales, dando clases en el colegio y también atendiendo la parroquia.

La labor de la ONG dio un giro a partir del año 2005, cuando nace en España, en el colegio de Valencia, la ONG Villanueva, que colabora directamente con los proyectos de COPADESA. El aumento de las subvenciones y los recursos ha hecho posible la mejora de las construcciones de las casas, así como el apoyo de nuevos proyectos de microcréditos, promoción de la mujer y otros que tienen como objetivo mejorar la alimentación de menores y apoyar su desarrollo a través de programas de apadrinamiento.

Promoción de la infancia

El P. Víctor Fernández, OSA, lleva catorce años yendo a la República Dominicana a apoyar, durante los meses de verano, el trabajo de COPADESA. Destaca el modo en el que se supervisan las construcciones y a las comunidades locales en todo este proceso. Subraya que este proyecto es un modo de proteger la infancia, porque las casas están vinculadas a los menores. Es decir, en el caso de que un matrimonio se separa, los niños tienen derecho a quedarse en la casa, en la mayoría de los casos con la madre.

En este tiempo, el P. Víctor ha sido testigo de la evolución de la sociedad dominicana: «En estos años ha mejorado el concepto de la vida. Hay más respeto por la persona, aunque también se han incorporado incoherencias que llevan a subordinar lo secundario a lo verdaderamente importante, y te encuentras con familias que pasan necesidad, en las que los hijos tienen móvil».

El religioso agustino señala también que el hecho religioso está muy presente en la sociedad dominicana, que manifiesta sus creencias con mayor presencia pública y espontaneidad de lo que se percibe en España.

Educación

El P. Víctor insiste en la importancia de ofrecer una buena educación, que es la mejor manera de combatir la pobreza de valores, de mentalidad y de horizontes.

En este sentido, desde COPADESA también se ha promovido un proyecto de apadrinamiento infantil, en colaboración con la ONG Villanueva, para apoyar el estudio de niños y jóvenes, aportando el material escolar que necesitan para que no pierdan el ritmo escolar.

El P. Víctor subraya que el P. Manuel ha sido el alma de toda esta labor y destaca la humanidad y su carácter trabajador y temperamental. En la presidencia de COPADESA, al P. Manuel le sustituye el P. Óscar Giménez, acompañado por un equipo de laicos que son los que hacen el seguimiento de los diferentes programas.

Desde la fundación de la ONG Villanueva se han construido 171 casas, que son mucho más que un techo bajo el que dormir. COPADESA ayuda, con este proyecto, a que muchas familias, independientemente de su credo, tengan un hogar.

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