«Levantémonos de nuevo con Cristo» es el lema de la décimo quinta edición del Encuentro Juvenil Agustiniano, que reúne esta semana en Lisboa a más de trescientos jóvenes de apostolados agustinos de todo el mundo.
El grupo más numeroso de estos jóvenes es el de los anfitriones, los portugueses. Muchos de ellos son voluntarios en labores de acogida, logística, liturgia o comunicación. El segundo grupo más numeroso es el procedente de California (EE.UU). El resto de participantes han llegado de 20 circunscripciones distintas de la Orden, de países como Chile, Bolivia, Venezuela, Colombia, Puerto Rico, Costa Rica, Inglaterra, Bélgica, República Checa, Filipinas, Australia y España.
El miércoles 26 de julio ha sido la primera jornada con los jóvenes ya instalados y a pleno rendimiento. En Lisboa, estos jóvenes han coincidido con los que van llegando para participar la semana que viene en la JMJ, por lo que las calles se han llenado de chicos y chicas cantando y ondeando banderas de distintos lugares.
Catequesis
Por la mañana de esta primera jornada, el obispo agustino, Mons. Luis Marín, se dirigió a los participantes en el Encuentro Juvenil Agustiniano. Les animó a ser valientes, a que den su opinión, hagan propuestas y se comprometan en la vida de la Iglesia. Por eso, señaló, es fundamental tener experiencias como las que ofrecen estos encuentros. También Mons. Luis Marín les habló de la importancia de vivir la fe en comunidad y seguir dando testimonio cuando regresen a sus lugares de origen. A modo de hoja de ruta les hizo las siguientes propuestas:
1. Conocer el carisma agustiniano.
2. Cuidar la oración y la interioridad.
3. Potenciar el evangelio y la eucaristía.
4. Interrelación entre los grupos de orden (laicos, religiosos…): misión, formación…
5. Desarrollar el diálogo y el encuentro entre grupos laicales.
6. Robustecer la colaboración entre las circunscripciones.
7. Revisar estructuras de participación.
8. Potenciar las organizaciones agustinianas intercontinentales.
9. Participar en las estructuras diocesanas, enriquecer a la Iglesia y enriquecernos de la Iglesia.
10. Replantear la evangelización como clave de nuestros apostolados (de nuestros trabajos, de nuestras vocaciones).
11. Acercarnos más a las periferias.
12. Cuidar más y potenciar las posibilidades evangelizadoras del mundo digital y nuevas tecnologías.
Eucaristía y vigilia
El resto del día, los jóvenes, a partir de la charla de la mañana, se reunieron por grupos para compartir impresiones de la misma. Por la tarde, Mons. Luis Marín presidió la eucaristía y, por la noche, tuvo lugar una vigilia de oración. Algunos de los asistentes la han calificado como «profunda y sentida», en la que los jóvenes, acompañados por el Prior General de la Orden de San Agustín, P. Alejandro Moral, escucharon cuatro testimonios de personas que habían sentido la llamada del Señor.
Miembros del Consejo General de la Orden de San Agustín han mostrado su satisfacción al vivir, en primera persona, la fuerza y la alegría de los jóvenes reunidos en el EJA.