El pasado mes de noviembre, en Italia, en las ciudades de Genazzano y Trento, el P. General de la Orden de San Agustín inauguraba un año conmemorativo del 250 aniversario del nacimiento del beato Esteban Bellesini, agustino, educador, pastor, padre de los pobres y consuelo de los afligidos.
Impulsor de la educación
El beato Esteban nació en Trento (Italia), que entonces formaba parte del Imperio Austrohúngaro, el 25 de noviembre de 1774. A los dieciocho años viste el hábito agustiniano en el convento de S. Marcos de su ciudad natal. Poco después hace el noviciado en Bolonia, de donde es trasladado a Roma y de nuevo a Bolonia para el estudio de la filosofía y de la teología. Emitió sus votos religiosos en la Orden el 31 de mayo de 1794. Obligado por las tropas napoleónicas a abandonar los Estados Pontificios, regresa a su ciudad de origen, en la que es ordenado sacerdote en 1797, viviendo en el convento de S. Marcos hasta su supresión en 1809.
“El B. Bellesini fue un promotor apasionado de la educación de los más jóvenes -señala el Prior General de la Orden de San Agustín, P. Alejandro Moral, en una carta escrita con ocasión del aniversario-. A él debemos la fundación de escuelas: la primera de ellas en el convento de San Marcos de Trento; la segunda, después de su obligada exclaustración, en casa de su hermano Ángelo. Su entrega y cualidades no pasaron desapercibidas y, a pesar de su condición de sacerdote y fraile exclaustrado, muy pronto fue promovido para el
ejercicio de diversos cargos públicos de carácter educativo».
Impulsó la educación gratuita, la escuela abierta a ricos y pobres, la educación elemental obligatoria, la educación de las niñas -entonces prácticamente inexistente, conforme a la mentalidad de la época-, la instrucción de calidad, la promoción social y económica de los maestros, la mejora de las condiciones materiales y la salubridad de las escuelas.
Actividad pastoral y caritativa
En el verano de 1826 es destinado al Convento de Santa María del Buen Consejo de Genazzano, elegido por el P. General para restaurar la perfecta vida común, según las disposiciones dadas por el papa León XII.
Seriamente empeñado en hacer realidad la perfecta vida común y feliz de vivir cerca de la Virgen del Buen Consejo, despliega una enorme actividad pastoral, catequética y caritativa, visitando enfermos, socorriendo pobres y, siempre y en todo, buscando almas.
Cuando en el año 1839 una epidemia de tifus hace estragos entre el rebaño de Genazzano, el B. Esteban asiste y conforta a los enfermos y moribundos hasta el extremo de dar la vida.” Muere en Genazzano, contagiado del tifus, el 2 de febrero de 1840.
El 27 de diciembre de 1904 fue proclamado beato por el papa san Pio X.
Oración
Oh Dios, que en el beato Esteban, nos has dado un admirable ejemplo de apóstol
enteramente consagrado a la educación de la juventud y a propagar el amor filial a la Virgen María;
haz que, imitando su celo, nos dediquemos de todo corazón al servicio de su Iglesia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.