
Del 10 al 14 de febrero ha tenido lugar el encuentro de los agustinos que conforman la Delegación «Nuestra Señora de la Paz» de Centroamérica. El Seminario «San Agustín» de San José, en Costa Rica, ha acogido, un año más, esta cita fraterna. Diseminados entre cuatro comunidades, una en El Salvador, otra en Honduras y dos en Costa Rica, la Delegación de Centroamérica cuanta con un total de 15 religiosos, de cinco nacionalidades diferentes (Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Honduras y España ), que por unos días han dejado sus labores ordinarias, para compartir en común retos, sueños y dificultades como Delegación. Los agustinos participaron también en el retiro espiritual anual.
Este año, ha participado en la Asamblea el P. Hernanis Díaz, OSA, actual Prior Provincial de la Provincia Agustiniana de «Nuestra Señora de Gracia», de Perú, quien inició su andadura en la vida agustiniana, a finales de los años noventa, en el «Seminario San Agustín» de Costa Rica, ya que Fr. Hernanis es de origen salvadoreño.
Aspirantes
El P. Francisco Robles, OSA, uno de los agustinos que ha participado en estos encuentros menciona la alegría que les produce la presencia de siete jóvenes aspirantes a la vida agustiniana: «Son de diferentes países de Centroamérica y habitan nuestra «alma mater», el Seminario. Por cierto, en esta casa de formación reside nuestro «Patriarca» de la Delegación, el P. Emilio Álvarez Álvarez, leonés de nacimiento, que acercándose al siglo vital, es una inspiración y ejemplo de religioso fiel y abnegado, mimado por todos y especialmente por los que viven en fraternidad bajo el mismo techo».
Muchos de los religiosos fueron llegando el domingo 9 de febrero, pues se había fijado el inicio del encuentro para el lunes 10, a las 7 de la mañana, con la santa misa.
Asamblea y ejercicios
La primera jornada se dedicó a la Asamblea Anual de la Delegación. Fue un día de mucho trabajo con presentación de informes, iniciativas y balance de un año intenso, por parte de cada comunidad y de la Delegación en su conjunto. Una jornada de revisión y mirada puesta en el futuro cargado de esperanza.
«A partir del martes y hasta el viernes, nos acompañó de forma directa la pericia y el buen hacer de Fr. Hernanis, que cada día ofrecía tres meditaciones, el rezo y la celebración de la eucaristía -señala el P. Francisco-. En algunos momentos también participaron los jóvenes aspirantes a la vida agustiniana (rezo del oficio, eucaristía y comedor). Las jornadas terminaron con el rezo de Completas y el Silencio Mayor, que se nos señaló con el único fin de centrarnos en lo esencial».
Los momentos de descanso, comidas y algún que otro momento libre, sirvieron para compartir de forma fraterna la realidad propia de cada presencia agustiniana. Reinó un ambiente agradable y entrañable, que sin duda ayudó a todos para «cargar baterías». La conducción de Fr. Hernanis también sirvió para profundizar en el sentido y la dirección de unos días cargados de reflexión, confrontación con la realidad personal y comunitaria, iluminados por la palabra de Dios, los escritos de san Agustín y testimonios de vida personal. Han sido unas jornadas vitales y espirituales.
Como conclusión de todo lo hablado estos días, se reafirma el valor y el sentido pastoral de las presencias parroquiales en El Salvador, Honduras y Costa Rica. Así como el trabajo y esfuerzo en la promoción de los procesos vocacionales, tanto en la vida del Seminario como en el empeño vocacional previo.
Agradecimiento
El sentir de los agustinos de la Delegación de Centroamérica es de agradecimiento por esta semana vivida y aprovechada: «Hacía ya tiempo en que no estábamos presentes todos los religiosos de la Delegación (también se recordó a los que están fuera del territorio físico, pero dentro de la casa común agustiniana, esparcidos por otras latitudes y que forman parte, igualmente, de este proyecto de la Delegación Agustiniana de Centroamérica). No en vano, hicimos muchas fotos para perpetuar esta cita. Y, como llegamos…fuimos retornando a nuestros respectivos destinos, animados e ilusionados por hacer las cosas un poco mejor cada día, con el auxilio de la Divina Providencia y de los Hermanos».