
Este verano, un grupo de jóvenes vinculados al colegio mayor Elías Ahuja y al colegio Valdeluz, ambos de Madrid, y acompañados por un agustino, viajaron a Bolivia para participar en un voluntariado internacional misionero. La experiencia se desarrolló principalmente en la diócesis de Tarija, donde los voluntarios pudieron acercarse a la realidad social y eclesial del país, marcada por profundas necesidades pero, también, por una fe viva y acogedora.
Durante su estancia, los jóvenes visitaron instituciones como una residencia de ancianos y el hogar “La Colmena”, centro de rehabilitación para personas con adicciones. Además, acompañaron a las comunidades rurales en la celebración de sacramentos, algunas de ellas tras años sin poder participar en la Eucaristía. Esta presencia misionera permitió a los participantes experimentar de primera mano la universalidad y el compromiso de la Iglesia en favor de los más vulnerables.
El voluntariado incluyó también momentos de encuentro cultural y espiritual, como la visita al santuario de la Virgen de Chaguaya, las comunidades de la selva de Tariquía o el altiplano andino. Los jóvenes conocieron, además, lugares emblemáticos como el Salar de Uyuni y la histórica ciudad de Potosí, donde entraron en contacto con la dura realidad de los niños trabajadores de las minas.
El viaje concluyó con una eucaristía de acción de gracias en la que todos coincidieron en la riqueza de la experiencia vivida. Más allá del esfuerzo y las dificultades, el voluntariado misionero en Bolivia se convirtió en una oportunidad para crecer en la fe, en la solidaridad y en la convicción de que es posible construir un mundo más justo desde el Evangelio.
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