
En las parroquias es cada vez más frecuente contar con un plan de catequesis de adultos. Un proceso de formación en la fe dirigido a personas mayores de edad que desean recibir los sacramentos de iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía) o profundizar en el conocimiento de la fe católica. Tradicionalmente, esta formación se daba durante la infancia y adolescencia. Ahora, encontramos personas que han vivido alejadas de la Iglesia pero que, en un momento dado de su vida, se reencuentran con la fe y desean recibir los sacramentos.
Este proceso suele ser personalizado y se adapta a las necesidades y circunstancias de cada adulto. Se ofrece un acompañamiento y formación que les permita integrarse plenamente en la comunidad cristiana.
Fr. Gerardo Espinoza es uno de los religiosos agustinos que acompaña este proceso en la Parroquia de San Manuel y San Benito de Madrid. Señala que, la catequesis de adultos, es una de las experiencias más gratificantes que uno puede tener como catequista.
«Es verdad que toda catequesis es gratificante pero, en este caso, estamos hablando de personas que, después de un tiempo de reflexión e, incluso, de un proceso de conversión, se acercan a la Iglesia y piden recibir los sacramentos», afirma Fr. Gerardo.
Este año, el día 5 de julio en San Manuel y San Benito, cinco adultos se han bautizado y otros dos completaron la Iniciación Cristiana con el sacramento de la Confirmación. Una ceremonia emocionante que presidió el P. Ángel Camino, OSA, Vicario Episcopal de Madrid.
«Para nosotros, como parroquia, esta es una celebración especial, llena de alegría -afirma Fr. Gerardo-. Aunque yo estaba más al frente de las catequesis como tal, no puedo decir que los he preparado yo. En realidad, el proceso lo hemos llevado adelante como parroquia, con la colaboración del párroco, P. Modesto, y de los PP. Ever y Charles, así como con el apoyo de toda la comunidad agustiniana.
El proceso
Para llegar a la celebración sacramental, los candidatos han llevado a cabo un itinerario de formación. En este se han abordado, detenidamente, los elementos centrales de la fe de la Iglesia.
Las sesiones de catequesis estaban programadas los domingos por la mañana. Lo que más le impresionaba a Fr. Gerardo eran las ganas que tenían de aprender, de conocer un poco más de la fe y acercarse a las Sagradas Escrituras. «Más aún sabiendo que son personas que trabajan, estudian o tienen familia -añade-.
En conclusión, acudían a la catequesis porque realmente lo querían. Partiendo de ahí, ya se puede deducir que el ambiente del grupo ha sido maravilloso. Las catequesis un diálogo en el que todos aportaban, con preguntas y comentarios que facilitaban la profundización en los temas«.
Los testimonios
Otro de los aspectos enriquecedores es que, entre los miembros del grupo, aunque todos eran adultos y compartían la inquietud por conocer el Evangelio y la Iglesia, había diferencias de edad grandes y circunstancias vitales muy diferentes.
Juan Manuel De Martín, uno de los miembros del grupo, destaca que ha sido una experiencia muy enriquecedora: «Nos acercó a conocer el Evangelio y, la formación con el Fr. Gerardo, fue muy cercana y cordial. Él nos resolvía todas las dudas que teníamos. Los domingos hacíamos la formación en un ambiente muy agradable, que nos permitió conocernos mejor entre nosotros. Para mí ha sido muy interesante prepararme para recibir la Confirmación».
Del relato de Samuel Rivera, otro de los miembros del grupo, llama la atención su emoción por pertenecer a la Iglesia y haber hecho este camino: «Me alegra mucho haber llegado a esta parroquia y haber aprendido de Fr. Gerardo. Cada semana la catequesis fue enriquecedora, tanto por la formación de cosas que no conocíamos, como por lo que tiene que ver con lo que supone vivir la fe».
Ambos destacan su agradecimiento a la comunidad parroquial y a los religiosos agustinos, sin los que les habría sido imposible este acercamiento a Dios y a la Iglesia.






