
La Cátedra de Teología de la Vida consagrada, de la Facultad de Teología de la Universidad San Dámaso de Madrid, organiza las III Jornadas de formación teológico-espiritual para la Vida consagrada dirigidas por la Dra. Hna. Carolina Blázquez Casado del 30 junio al 3 de julio 2025 y que llevan como título «La vida consagrada a los 60 años del Concilio Vaticano II: Memoria, discernimiento y esperanza».
Esta Cátedra se ofrece como espacio de formación teológica y espiritual para los que han sido llamados a vivir una especial consagración, desde una perspectiva de comunión eclesial e intercongregacional, propias de la Iglesia sinodal.
El objetivo de estas jornadas es favorecer la búsqueda y el estudio sobre la identidad específica de la Vida Consagrada, el encuentro y el diálogo compartido entre las distintas vocaciones en la Iglesia y el discernimiento sobre los nuevos horizontes de testimonio para nuestro mundo. Las Jornadas están orientadas tanto para los que aún se encuentran en períodos específicos de formación, como para los consagrados interesados en su formación permanente.
En horario es de 10:00 a 13:00 horas y cada jornada estará centrada en un tema.
Programa
El lunes, 30 de junio, la consagrada Cecilia Ruiloba Castelazo, RC, impartirá una ponencia en la que hará una relectura de los documentos del Concilio Vaticano II.
El martes, 1 de julio, el P. Carlos Martínez Oliveras, CMF, hablará sobre «La «recepción conciliar. Discernimiento sobre la renovación de la Vida Consagrada».
El miércoles 2 de julio, el P. Gonzalo Tejerina Arias, OSA, pondrá en relación la vida consagrada y la sinodalidad.
El hilo conductor del jueves 3 de julio será la esperanza. Por una parte, Mons. Luis Marín de San Martín (Subsecretario de la Secretaria General del Sínodo) reflexionará sobre los signos de esperanza en la vida consagrada. Y, a continuación, las jornadas concluirán con una mesa redonda sobre este último tema, en la que participarán tres religiosos:
- El signo de la contemplación. Monache agostiniane di Pennabilli (Italia). A la escucha de los signos de los tiempos. M. Claudia Maiorelli, OSA
- El signo de la cruz. Testimonio de Fray Pablo María de la Cruz, ocam. P. Desiderio García Martínez, OCAM
- El signo de la caridad: Casa Arrupe. Una comunidad religiosa en medio del mar de plástico de Almería. P. Daniel Izuzquiza Regalado, SJJH
Constituciones
Las religiosas agustinas contemplativas de las distintas federaciones, llevan varios años trabajando conjuntamente y, en coordinación con los padres asistentes de cada federación y el Prior General, para renovar las constituciones.
Las últimas jornadas de trabajo fueron del 15 al 19 de mayo, en el Colegio Santa Mónica de Roma, de la Orden de San Agustín.
La Comisión para renovar las Constituciones de las Monjas Agustinas está formada por doce hermanas, representando a las Federaciones de España e Italia. En estas jornadas de trabajo participan también los PP asistentes y el Prior General.
Esta reunión estaba ya programada hace meses y la Providencia ha brindado la oportunidad a las participantes, de poder estar en el inicio del pontificado del Papa León XIV.
Las religiosas quieren agradecer la extraordinaria acogida de los hermanos y la presencia del Prior General con ellas, a pesar de su intensa agenda.
Trabajo conjunto
El trabajo de renovación de las Constituciones comenzó aproximadamente hace tres años, vía online, y ha tenido dos reuniones presenciales, la primera en Madrid y ésta segunda en Roma. Ha sido un proceso fecundo, de muchos encuentros, que les ha ayudado a conocerse y a valorar la riqueza del carisma manifestado en formas y tradiciones diversas.
Las religiosas agustinas señalan que el trabajo conjunto les ha unido y ha creado lazos más fraternos entre ellas: «Actualmente estamos en la última etapa de redacción, para pasar el texto a todas las comunidades de la Orden, revisarlo y aprobarlo en las diversas Asambleas federales. El texto definitivo lo debe aprobar el Dicasterio para la Vida Religiosa».
Las anteriores Constituciones son de 1988, y en estas se ha enriquecido la parte espiritual y carismática, se han incorporado los documentos del Magisterio, actualizando la normativa y también afrontando los retos actuales de la vida monástica.



